Escribirle al hombre que uno ama,
o quiere o del cual se esta enamorada, es tan fácil. Sabes que decir, con que
adornarlo, todo fluye.
Hoy sin embargo le dedico estas
líneas, a un hombre que desde el inicio de esta relación y de una manera
peculiar parecería que Delia Fiallo (escritora de novelas) signó truculentamente nuestra historia. Y tan clara es mi ironía que
desde el comienzo ya decía como seria esta cita a ciegas.
Amor a primera vista, eso fue lo
que me sucedió (experiencia esta que espero en lo que resta de vida quisiera no
volviera a sucederse). El acople fue
imperfecto, encontrarme con costumbres ortodoxas, altura desproporcionada,
lenguaje marcado por varios idiomas en una mezcla bizarra y una risa
desarticulada marcó el enamoramiento (si, fueron sus imperfecciones lo que
hicieron la conquista).
Sin embargo, se hacia fácil dejarse
estar con él, ni por un momento perdí mi autonomía, mi ser, mi mundo. Supo
entrelazarse y vincularse a mi; de manera muy singular. Su rostro de formas
perfectas y su cabello color plata hacen una combinación armónica con su piel
tostada, bendecida por la vida.
Tiene un ángel que sin duda se
esconde cuando sus realidades no acoplan, su
lado oscuro desmarca con alevosía cualquier sentimiento (pero quien no
ha ejecutado en algún momento ese lado, que
tire la primera piedra).
La contradicción en su contraseña
vivencial, pero es un ser absolutamente perfecto cuando hablamos de extender su humanidad amiga.
Con él he vivido amargas
lagrimas, ha roto mi corazón infinitamente, pero sin duda también he reído en
la plenitud de la felicidad, y en justa reparación me dio uno de los regalos
mas preciados; mi Sebas. Un hijo hecho en la plenitud del deseo, del ser dos en
uno, de la piel, pero también del sentimiento.
Sin duda, en otra vida el fue mi
esposo, mi amante, mi amigo, mi vida. En ésta solo cerramos el ciclo que por
derecho vivencial teníamos que cumplir.
Su cuerpo, su alma, su esencia
marcaron mi vida,mi cuerpo, mi alma y será infinitamente mío, como de por si,
me he hecho suya.
Y aunque hoy todo cambió… aunque
hoy ya no nos pertenecemos… aunque hoy estemos en dos mundos distintos… aunque
la distancia hace lo propio… Siempre será el hombre que marcó mi vida en un
antes y un después.
Simplemente LO ADORO por ser lo
que es, cuando ha estado conmigo.
La Autora.
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