Crecida en mi conciencia de creer que todo puede cambiar, pero sin rumbo fijo, con la vista expuesta a la letanía, porque este camino es infinito, pero lleno de interrogantes, de repuestas, de explicaciones, de negaciones, de afirmaciones, de motivos. Camino envuelto en señales de acertijos y mis pensamientos colapsados por su respuesta. Siento que repito y repito este ciclo porque mi norte perdí cuando mi sur recuperé.-
A lo lejos pernocta la enramada de mi destino, y en ella; sublime gotas de tiempo tocan mi piel, marcando cada segundo de vida, y con cada marca la perpetuidad de un instante, de un respiro. Siento voces entrando y saliendo de mi cuerpo, cegando mi propia voz, donde mis ojos se rebelan con un grito enardecido, justificando la luz que mis manos extasiadas ven al unísono, en los pasos de mi camino.-
Y tras ir y venir, una historia repetía y repetía por su esencia, por dar mas para mas, y dejando que menos ya no sea nada, una historia que no logro descifrar porque el entendimiento me dejo atrás, cuando este andar en circulo me llevo a avanzar a ningún sitio, por estar donde no estoy, por querer y no dejar, por desear y no estar.-
He de seguir inmersa en este rumbo, con el alma sofocada, con la promesa de volver, a recoger mis lágrimas, mis penas, mis alegrías, mis recuerdos, mis momentos. En este intento debo morir para volver a nacer, sigilosa de que mi mundo no oscurezca en la luz de esta transformación.-
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