Es común pensar que existen profesiones que para ejercer requieren un talento particular con el que se nace. Sin embargo, aquello que parece innato responde en realidad al capital cultural que el individuo posee y que le permite destacarse en la actividad que realiza. No se nace, se hace.
La vocación como categoría moderna expresa una certeza, un absoluto que en la vida subjetiva puede descubrirse, vía revelación y/o hallazgo o por el contrario, la vocación se encuentra a través de un proceso de construcción más o menos racional a lo largo de la vida. La vocación conlleva la posibilidad de buscar, de explorar, de crear.
La vocación es más que una revelación o construcción de algo seguro, categórico, de una búsqueda. La vocación es un proceso abierto, es algo que se va construyendo-desconstruyendo-construyendo a lo largo de la vida, como algo que se mantiene pero también cambia, la vocación sí existe y podemos desarrollarla y reorganizarla.
Tomado de la web
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